PUNTO DE QUIEBRE
- Mariana
- Aug 17, 2018
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Un punto de quiebre marca un antes y un despúes. Muchas veces estos quiebres nos hacen replantearnos nuestras actitudes, y aún nuestra manera de vivir. Cuando sientes que ya no puedes más te das cuenta que necesitas un nuevo curso, una nueva ruta por tomar.
Un punto de quiebre en la presencia de Dios significa rendición y entrega, es hacer a un lado tus sentimientos y tus planes por los suyos, porque son mejores que los nuestros.
Conlleva lágrimas, rodillas dobladas y un corazón transparente.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11 TLA
Llevaba días, semanas de hecho, sintiéndome mal conmigo misma. Me quejaba que el día estaba muy frío o que estaba muy caliente, que tenía hambre pero que no quería comer lo que tenía enfrente, que estaba bonita...y a los segundos que estaba fea. Sentía una inestabilidad en mi interior tanto como en mi exterior.
No es bonito estar así. No es agradable sentir que cada día es un sufrimiento en vez de una razón para estar agradecido. Me di cuenta que estaba quebrándome, sin embargo no de la manera correcta. Me estaba quebrando (o rindiendo, como lo quieras ver) ante las situaciones que estaba viviendo y como estas me afectaban.
En vez de ir delante de Dios y quebrar mi corazón delante del único que podía ayudarme a ver lo mejor de cada día, sin importar el clima. El único que podía hacer que entendíera mi valor y el único que tiene el poder para cambiarme. Me estaba rindiendo, aceptando que esto era lo mejor para mi vida y que no había propósito alguno.
La biblia dice que Dios siempre está listo y presente para ayudar en los momentos difíciles (Salmos 46:1). Así que despúes de negarme y asegurarme (falsamente) a mí misma que la ruta que estaba tomando era la "correcta" decidí pedir ayuda al único que tenía la solución.
Me di cuenta que mi forma de ser estaba hiriendo a las personas a mi alrededor, estaba llena de tristeza e inseguridades. Cuando estás pasando por un momento difícil, es sencillo perderte en el dolor. Pero es muy difícil orar y reconocer que estamos mal, aunque Dios ya sepa tu situación, el quiere que podamos ir delante de Él y darle control sobre la situación.
Así que eso fue lo que hice, lloré. Me quebré como no lo había hecho en meses y reconocí en ese momento cual era el verdadero problema, estaba tratando de controlar cosas que NUNCA iban a estar bajo mi control.
18 (19) Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza. Salmos 34:18 TLA
Confiar conlleva un poco de miedo, porque nunca estarás en control, sino que será la otra persona quien tenga total control de la situación. Tenía mucho miedo de que lo que le había pedido a Dios no se fuera a cumplir, que mis sueños fueran a quedarse siendo sueños solamente y tantas cosas más que me atormentaban y robaban mi esencia.
Así que sí estás pasando por un momento difícil en cuanto a quien tu eres, sí sientes que las situaciones o los problemas te han robado tu alegría. Quiébrate. Permítete llorar, porque llorar no es de débiles, permítete decirle a Dios que no crees poder y pide ayuda. Y te aseguro que regresará la felicidad y la vida a ti, porque ya no tendrás la presión de controlar el timón del barco, puedes dejarle ese trabajo al capitán que sí conoce la mejor ruta para tu vida.
Disfruta el viaje.
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