Lentes de eternidad
- Mariana
- Aug 7, 2018
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Las promesas que Dios nos da, muchas veces no las vemos al momento de recibirlas.
Algunas veces la fecha exacta del cumplimiento de esas promesas es impredecible.
Y sin embargo, ni una vez Dios ha dado una promesa que no ha cumplido.
Cuando Dios me ha dado promesas, es sencillo emocionarme y decir "Amén" o "Lo creo", o lo que sea que digas cuando crees y declaras fe sobre una promesa. Pero al pasar los días esa emoción inicial se empieza a desvanecer y me topo con la realidad y es que para poder llegar a esa promesa primero hay un proceso.
Según google (jeje) la palabra proceso significa:
Procesamiento o conjunto de operaciones a que se somete una cosa para elaborarla o transformarla.
Este último par de meses he sentido que Dios ha estado hablando fuerte a mi corazón acerca de los procesos, y claro, he aprendido a apreciar que los procesos son para bendición y no para destrucción. Pero por encima de eso los procesos muchas veces son para transformación. Nuestra propia transformación.
Muchas veces Dios no nos puede dar una promesa de inmediato porque no estamos listos, tal vez existen restos de orgullo, ansiedad, miedos o simplemente una falta de carácter que por más que llegara la promesa...la arruinaríamos. Y Jesús en su infinita gracia decide primero prepararte a ti y luego entregarte la promesa para que la puedas disfrutar en su totalidad.
Y hoy te quiero decir que sí estás pasando por un momento difícil, por un proceso incomprensible dentro de tu razonamiento humano o simplemente no vez las promesas de Dios en tu vida, que puedas ponerte los lentes de la eternidad.
"¿Qué es eso?" te debes estar preguntando, déjame explicarte:
Los lentes de eternidad o "eternity lenses" son los que te pones cuando dejas de ver el mundo, tus problemas y a ti mismo desde una perspectiva humana y empiezas a ver las cosas desde arriba. Desde una perspectiva más amplia, donde los problemas son simples pruebas de carácter, las heridas una oportunidad para practicar el perdón, el dolor como un lugar de donde Jesús puede hacer algo hermoso, el rechazo participar del evangelio con Cristo y este mundo como el otro lado de la eternidad donde nuestra misión es cumplir el propósito único e individual que Jesús hizo para cada uno de nosotros.
Elevemos nuestra mirada en medio del proceso que estemos viviendo y pongámonos los lentes de la eternidad para entender que Dios te ama T A N T O que invierte en transformarte para tu propio bien y para atraer a ti todas esas bendiciones que el ya tiene reservadas para cada uno de nosotros.
Así que si hoy estás viviendo un proceso difícil, donde no entiendes donde está la mano de Dios porque no has visto esas promesas que un día te prometió. No te preocupes, todo está bajo control y este proceso te hará más fuerte. Ponte los lentes de la eternidad y preguntale hoy a Dios.
¿Qué quieres formar en mí?
Mateo 6:25-26
25 »Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
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